El aprendizaje de las tablas de multiplicar tradicionalmente es un hito académico. Parece que hay un antes y un después. Si un niño o una niña conocen las tablas de multiplicar respiramos tranquilos pero ¡ay si no se las sabe! tenemos un problema. De lo que no cabe duda es de la practicidad de saberse las tablas de memoria ya que nos ayuda a ser más ágiles con el cálculo mental y permitirnos realizar operaciones más grandes.