Aprender a medir es importante porque nos permite conocer el tamaño de los objetos, lo que nos sirve para compararlos u ordenarlos según su dimensión y facilitar su uso en ciertos aspectos cotidianos. Para medir es conveniente hacer comparaciones entre diversos objetos y luego, elegir una unidad de medida, que puede ser otro objeto o simplemente una parte del cuerpo, como el pie, la mano o los dedos.
Así que, dicho y hecho!! pero con un pequeño cambio... no vamos a medir con pies ni pasos. Lo que vamos a hacer es compararnos los piés!!
Plasmando en un papel la superficie de nuestro pie, dejaremos constancia manifiesta y observable de las diferencias de tamaño. Aún así, ampliaremos un poco el conocimiento, puesto que vamos a conocer el hecho de que la medida de nuestro pie es la que marca el número de nuestro calzado!! Y así, gracias a la experiencia empírica y observable, y a los números de las matemáticas, podremos proceder a comparar y a ordenar unidades de longitud de una forma casi convencional.
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